sábado, 21 de noviembre de 2009

Conquista de México

Conquista de México

A principios del siglo XVI, la civilización occidental se hallaba en el umbral de una nueva era, sin paralelo hasta nuestros días, de descubrimientos e incentivos, de fronteras que saltaban en pedazos y de horizontes lejanos y no soñados. América había sido descubierta, pero el continente estaba prácticamente inexplorado.
Tras el descubrimiento de América, los europeos se interesaron por las noticias de grandes yacimientos de oro en ese continente. Carlos V, rey de España, necesitado de fondos para financiar sus campañas bélicas contra Inglaterra, autorizó que cualquier español emprendiera el “rescate de oro” en América con la condición de que su gobierno recibiera la quinta parte.



La primera expedición fue en 1517, Francisco Hernández de Córdoba, con un grupo de españoles, salió de Cuba y arribó a Champotón, en las costas del actual estado de Campeche, descubrió y exploró a la Isla Mujeres y a Cabo Catoche, en la península de Yucatán.
La segunda expedición, en 1518, Diego Velázquez, gobernador de Cuba, envió otra expedición al mando de Juan de Grijalva, quien descubrió y exploró un río que actualmente lleva su nombre: el río Grijalva. Los expedicionarios bordearon la costa y pasaron por los ríos Tonalá y Coatzacoalcos. Al llegar al río Papaloapan, Pedro de Alvarado, uno de los capitanes, navegó por sus aguas y volvió admirado de lo que había visto. La expedición siguió hasta el río Jamapa, junto al poblado de Boca del Río. Allí los esperaban unos emisarios del tlatoani Moctezuma, quien creía que los españoles eran enviados del dios Quetzalcóatl y venían a ocupar el gobierno de México. La expedición continuó al norte; pasó por la isla de Sacrificios, denominada por los indígenas Chalchihuitlapazco, hasta desembarcar en un islote al que llamaron San Juan de Úlula.
Pedro de Alvarado regresó a Cuba con los regalos para el rey de España y Juan de Grijalva siguió explorando la costa de Veracruz. Llegó a Nautla, Tuxpan, la laguna de Tamiahua y río Pánuco, en donde puso fin a su viaje y retornó a Cuba.
En 1518, Diego Velázquez mandó a Hernán Cortés; pero al saber de su posible rebeldía, Velázquez le retiró su aprobación. Aún así Cortés salió en 1519, con la expedición que realizaría la conquista de lo que mas tarde se llamó la Nueva España.

Cortés pasó un tiempo en la isla de Cozumel, intentando convertir a los nativos al Cristianismo, después continuó su viaje a la Península de Yucatán. Encontró a Jerónimo de Aguilar, un español que sobrevivió a un naufragio en 1511 y desde entonces había estado viviendo entre los mayas. Cortés luego conoció a una mujer que llamó Doña Marina, conocida comúnmente como Malinche. Estos dos personajes que se integraron al equipo de Cortés fueron la clave del éxito. Cortés le hablaba a Jerónimo de Aguilar en español, él traducía al maya para Malinche y ella traducía al náhuatl, el idioma de los aztecas. La Malinche aprendió español, se convirtió en la amante de Cortés y le dio un hijo.

Los totonacas ayudaron a Cortés a construir la ciudad de La Villa Rica de la Vera Cruz, el comienzo de su intento por conquistar al imperio azteca. El 10 de julio de 1519 se proclamó la Villa Rica de la Vera Cruz, la actual ciudad de Veracruz, la llamó así porque llegaron el Jueves de la Cena y desembarcaron en Viernes Santo de la Cruz. La ley de España establecía que si se fundaba una ciudad con cabildo, inmediatamente se convertía en autónoma. A si que Cortés creó el cabildo y le ordenó nombrarlo Capitán General. Con este nuevo rango, Cortés sólo le debía obediencia al Rey de España y ya no estaría sometido a la autoridad de Velázquez. Allí escribió la primera de cinco cartas, que mandó al monarca español para justificar su proceder.

Los aztecas ofrecieron poca resistencia ante los avances de los españoles porque creían que Cortés era el dios Quetzalcóatl quien, según la profecía, regresaría. El hecho de que los hombres que habían llegado del mar tenían piel clara y barbas largas motivó la creencia de que la divinidad Azteca había regresado.


Cortés luego llegó a Tlaxcala, una confederación de aproximadamente 200 pueblos que no tenían un gobierno central. Los tlaxcaltecas llevaban casi cien años en guerra y sabían que inevitablemente los aztecas los conquistarían como ya lo habían hecho con todos los territorios alrededor. Los tlaxcaltecas tenían rodeados y prácticamente derrotados a los españoles durante su primera batalla pero fueron persuadidos por uno de sus líderes a bajar las armas, creyendo que era mejor aliarse con los españoles que matarlos.


El 12 de octubre de 1519, Cortés y sus hombres, acompañados por 3,000 tlaxcaltecas, entraron a Cholula. Moctezuma intentó detenerlos pero no tenía suficientes soldados porque era una ciudad sagrada donde se confiaba en el poder de los dioses para su protección. Se dice que en la Masacre de Cholula murieron 30,000 personas. Este evento causó tanto terror en otras culturas Mesoamericanas, que el Imperio Azteca prefirió acatar las demandas de Cortés antes que ser masacrados.
Cortés y Moctezuma, el noveno monarca mexica, se encontraron por primera vez. Los primeros días en la ciudad eran plácidos para los españoles; Moctezuma dio hospedaje al español y sus 3000 aliados en el palacio de su padre y aceptó todas las exigencias de Cortés. Le entregó regalos de oro, eliminó dos ídolos del templo principal, lavó la sangre que manchaba las paredes de la gran pirámide e instauró santuarios a la Virgen María. Tras cumplir con esto, Cortés tomó prisionero a Moctezuma en su propio palacio y exigió una enorme recompensa de oro, lo que le fue entregado. El oro que los aztecas mandaba como obsequias a los conquistadores no sirvió para disuadirles sino para intensificar su deseo.


Cortés, que no pudo recuperar los tesoros de Moctezuma ni siquiera sometiendo a cruel tormento al valeroso Cuauhtémoc, el héroe de la residencia Azteca, se dedicó pronto a la reconstrucción de la capital destruida por el combate, así como a la exploración de las tierras desconocidas y a la búsqueda y explotación de las minas de oro, plata y piedras preciosas existentes en el país.
Cortés salió de la capital con unos hombres para enfrentarse a Narváez, dejando a Pedro de Alvarado a cargo de la ciudad. En su ausencia, Narváez autorizó una celebración religiosa para los mexicas que culminó en una masacre sangrienta. Durante la celebración en Tenochtitlán y sin la autorización de Cortés, varios españoles atacaron y asesinaron a muchos miembros de la nobleza azteca, conocida como la Masacre del Templo Mayor. La matanza provocó una enorme indignación y los mexicas se lanzaron contra el palacio donde los españoles se atrincheraron con Moctezuma de rehén. En respuesta, la ciudad se levantó en armas y procurando la paz, Cortés hizo que Moctezuma subiera a uno de los muros del palacio para que hablara con su gente. Sin embargo, una pedrada hirió a Moctezuma de gravedad durante su discurso y falleció un día después a causa de la herida. Se eligió a Cuitlahuac como su sucesor.
Tras una renovada alianza con los enemigos de los aztecas, Cortés sitió a Tenochtitlán durante ocho meses. Además de destruir su acueducto y cortar el suministro de alimentos, los habitantes de Tenochtitlán estaban muriendo rápidamente debido a la viruela, una nueva enfermedad que llegó desde Europa y mató a un tercio de los habitantes del valle en menos de seis meses. A pesar de la valiente resistencia, la ciudad se rindió ante los españoles. Cortés personalmente torturó a Cuauhtémoc, el último emperador azteca, para forzarlo a confesar el escondite del oro de Moctezuma. El emperador jamás reveló esta información, tal vez porque tal tesoro nunca existió. A Cortés sólo le tomó tres años tomar Tenochtitlán y es considerado el episodio principal de la Conquista pero el proceso en realidad tardó 60 años y hubiera tardado más si no fuese por las epidemias de enfermedades europeas que mataron al 75% de la población mesoamericana.
El 2 de julio de 1520, las hostilidades se reanudaron, pero los españoles tomaron el cerro donde se encontraba un templo llamado Teocalhueyacan, desde donde resistieron eficazmente; la intención de los invasores era seguir los lomeríos del poniente del valle en dirección norte para alejarse lo más posible de México y alcanzar el camino de Tlaxcala, donde tenían aliados indígenas.



Del 3 al 6 de julio del mismo año, los españoles pasaron por Tepotzotlán, Aychcualco, Aztaquemécan y Tonaníxpan, donde libraron diversas batallas. Al día siguiente, al pasar por Otumba para llegar a Tlaxcala, enfrentaron a un numeroso ejército formado por mexicas, tepanecas, chalcas, xochimilcas y acolhuas, que venían persiguiéndolos con aliados de Tollan, Tenayuca y Otumba, todos dispuestos a aniquilar a los invasores.


La batalla duró cuatro horas en el lugar conocido como Otompan, en el actual territorio de Otumba. Se dice que en cierto momento los españoles quedaron rodeados por los indígenas, ante lo cual Cortés ordenó acometer al jefe guerrero Cihuacóatl Matlatzincátzin; este último fue abatido a manos de Juan de Salamanca.


Muerto su jefe, los indígenas, atónitos, emprendieron la huida, hecho que alzó con la victoria a las huestes españolas.


El Emperador Carlos V nombró a Antonio de Mendoza como el primer virrey de la Nueva España en 1535. Hernán Cortés, el conquistador de México, con poder militar, intuición, suerte y casualidad, siempre se destacará en la historia del mundo porque abrió la puerta para dominar el occidente.

Mapa de conceptos:


Mapa geográfico:

rutas de navegacion de Hernán Cortés






Rutas de navegacion de los españoles:



Conclusiones:





  • Muchas cosas serian diferentes si España no nos hubiera conquistado, uno porque no seriamos el México que hoy el mundo conoce, el México que lucha por defender su país, el México que no se deja llevar por los demás peros sobre todo el México que hoy me hace sentir orgullosa.
  • Gracias al choque de culturas entre los españoles y los indígenas surge la unión de un mestizaje con grandes oportunidades de crecimiento, donde hoy podemos tener lo mejor de dos mundos.
  • A pesar de que la forma en que los españoles llegan a tierras indígenas y las hace suyas, a veces por la fuerza no fue la mas adecuada, sin embargo tenemos mucho que agradecer, como es que gracias a las llamadas misiones y la búsqueda por evangelizar se da todo un proceso de enseñanza y aprendizaje único, pues la primera barrera era el idioma sin embargo se utilizaron diversos medios para lograrlo, como los talleres de oficios, o las obras de teatro como las llamadas pastorelas.
  • Tanto mexicanos como españoles aprendieron lo mejor de cada cultura no solo nosotros nos quedamos con parte de ellos, si no que también ellos se llevan cosas buenas de nosotros.
  • No es bueno que con un espíritu conformista nos dejemos guiar por otros historiadores y cronistas que diseñan a la medida de sus propios intereses nuestro pasado.

Gracias al choque de culturas entre los españoles y los indígenas surge la unión de un mestizaje con grandes oportunidades de crecimiento, donde hoy podemos tener lo mejor de dos mundos.
En la actualidad tenemos la unión de un mestizaje que quizá muchos no lo desearan pero que es lo que nos identifica como país, es obvio que sin la mezcla de estas dos culturas el mexicano seria muy diferente, quizás hoy seguiríamos hablando un lenguaje totalmente diferente al que tenemos, pero sin la unión de estas dos culturas no abríamos podido aprovechar al máximo lo que somos hoy como mexicanos.


Es claro que los españoles nos han dejado grandes aportaciones y no tanto materiales sino espirituales también sin ellos no hubiéramos conocido la religión católica y al decir conocido no me refiero a saber de ella si no que en realidad practicarla y creerla, como resultado hoy somos un país con un gran numero de creyentes católicos.
Los españoles también nos ayudaron a tener una gran cantidad de tradiciones pero sin la necesidad de terminar completamente las nuestras y este es el claro ejemplo de la unión de ambos mundos.
Gracias a los misioneros españoles se levantaron templos y conventos, escuelas y hospitales, se construyeron casas, palacios y edificios, los cuales seguimos utilizando hoy y que han sido de gran utilidad para el pueblo mexicano.
Nuestro país esta sembrado con grandes obras artísticas, los indígenas con su tradición artística, asimilaron el arte traído por los españoles y lo transformaron originando el bellísimo arte colonial mestizo, típicamente mexicano.
La lengua española se superpuso a las lenguas indígenas y llego a sustituirlas. Con la conquista de los españoles, grandes educadores crearon escuelas donde se enseñaba a leer, escribir, contar, religión, artes y oficios, algo que en la actualidad se sigue utilizando y que se ha convertido en algo necesario para vivir en esta sociedad en la cual los humanos tenemos la necesidad de superarnos como personas. Gracias a esta educación que recibimos y que los españoles nos han enseñado existen muchos mexicanos que han sobresalido no solo en México si no en el mundo en general.
Hoy yo soy la mezcla de estas dos cultura porque siendo hija de mexicanos sigo teniendo es amor a mi país que me es imposible describir con palabras pero a la ves siendo nieta de españoles siento el orgullo por vivir en este país tan afortunado que a pesar de tantos problemas da la cara al mundo y mostrando la combinación de dos culturas totalmente diferentes pero maravillosas la unión de dos mundos .

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